Ignatian
Spirituality: Advent II
Fr. Malloy’s Midweek Message. December 7, 2022
(Next week we'll talk about the Immaculate Conception and Guadalupe)
Friends,
These
darker, quieter days of December sooth our souls and calm our Christmas
preparations. Let’s try and resist the
frenetic impulse these days, and instead find time for prayer.
GRACE: Praying gives us grace.
And grace is the ability to do what we could not do before. One grace we can ask for in these Advent days
is the grace of faith, the ability to believe in goodness and hope, even when
things seem out of whack and off kilter.
Pain
and Suffering:
Recently, I heard of two horrific traffic accidents. In both accidents, a small child’s life was
ended. The pain parents and siblings are
feeling right now! How hard Christmas
will be to celebrate in the wake of such tragedy!
“One
of the great challenges of life is the task of bearing pain. We suffer and those whom we love suffer. We instinctively flee from pain, yet it is a
fact of life that spiritual, bodily, and emotional suffering is inevitable. In the Ignatian perspective, our graced
response to pain is called compassion. The
English word compassion is drawn from two Latin words meaning “to suffer”
and “with.” Authentic Christian
compassion is a virtue that enables us to share the suffering of others, as
well as to bear our own pain. It is a
grace another gift from God” (David Fleming, S.J., What is Ignatian Spiritualty? p. 83).
FAITH: Faith can give us the ability to
bear suffering. “Faith is the
assurance of things hoped for, the evidence of things not seen” (Heb 11:1). Faith is more a response than an answer to
the question of life. Faith is placing
our Trust in God and knowing that God is with us in good times and in bad.
CONSOLATION
and DESOLATION:
In our living lives of faith, St. Ignatius teaches us to monitor
experiences of desolation and consolation.
Consolation is when we feel energized, when we realize that God exists,
when we know God loves us. We feel on
fire with the desire to love others, to serve others. We want to make a world of peace and
justice. Desolation is when we think or
feel God isn’t there, life isn’t worth the effort, all seems filled with
despair and hopelessness. Ignatius
points out that we will have alternating times of consolation and desolation in
our lives. He urges us to “go with”
consolation, and “push against” desolation.
Check out some other Ignatian ways of living our faith: Ignatian.info — Office
of Ignatian Spirituality (jesuitseastois.org).
And let’s pray these days, “O Come, O Come Emmanuel.”
Peace,
Fr. Rick Malloy, S.J.
Keep
Safe. Keep Sane. Keep Smiling
La
Espiritualided Ignaciana: Adviento II
El Miercoles Mensaje del Padre Malloy, S.J.
7 de Noviembre, 2022
(La semana que viene, conversamos sobre La Immaculada y La SENORA de Guadalupe)
Amigos y Amigas,
Estos días más oscuros y tranquilos
de diciembre sosiegan nuestras almas y calman nuestros preparativos
navideños. Intentemos resistir el
impulso frenético de estos días y, en su lugar, encontremos tiempo para la
oración.
GRACIA:
Rezar nos da gracia. Y la gracia es la
capacidad de hacer lo que antes no podíamos hacer. Una gracia que podemos pedir en estos días de
Adviento es la gracia de la fe, la capacidad de creer en la bondad y la
esperanza, incluso cuando las cosas parecen estar fuera de lugar y desviadas.
Dolor y sufrimiento: Hace poco me enteré de dos terribles
accidentes de tráfico. En ambos
accidentes, un niño pequeño perdió la vida.
¡Qué dolor sienten ahora los padres y los hermanos! ¡Qué difícil será celebrar la Navidad después
de semejante tragedia!
"Uno de los grandes retos de la
vida es la tarea de soportar el dolor.
Sufrimos y sufren los que amamos.
Instintivamente huimos del dolor, pero es un hecho de la vida que el
sufrimiento espiritual, corporal y emocional es inevitable. En la perspectiva ignaciana, nuestra
respuesta de gracia al dolor se llama compasión. La palabra inglesa compassion procede de dos
palabras latinas que significan "sufrir" y "con". La auténtica compasión cristiana es una
virtud que nos capacita para compartir el sufrimiento de los demás, así como
para soportar nuestro propio dolor. Es
una gracia, otro don de Dios" (David Fleming, S.J., ¿Qué es la Espiritualidad
Ignaciana? p. 83).
FE:
La fe puede darnos la capacidad de soportar el sufrimiento. "La fe es la certeza de lo que se
espera, la prueba de lo que no se ve" (Heb 11,1). La fe es más una respuesta que una respuesta
a las preguntas de la vida. La fe es
poner nuestra confianza en Dios y saber que Dios está con nosotros en los buenos
y en los malos momentos.
CONSOLACIÓN Y DESOLACIÓN:
En nuestra vida de fe, San Ignacio nos enseña a controlar las experiencias de
desolación y consolación. Consolación es
cuando nos sentimos llenos de energía, cuando nos damos cuenta de que Dios
existe, cuando sabemos que Dios nos ama.
Nos sentimos ardiendo en deseos de amar a los demás, de servir a los
demás. Queremos hacer un mundo de paz y
justicia. Desolación es cuando pensamos
o sentimos que Dios no está ahí, que la vida no vale la pena, que todo parece
lleno de desesperación y desesperanza.
Ignacio señala que en nuestras vidas se alternarán tiempos de
consolación y desolación. Nos exhorta a
"ir con" la consolación y a "empujar contra" la
desolación. Echa un vistazo a otras
formas ignacianas de vivir nuestra fe: Ignatian.info - Oficina de
Espiritualidad Ignaciana (jesuitseastois.org).
Y recemos estos días: "Ven, ven Emmanuel".
La Paz,
P. Ricardo Malloy, S.J.
Sigamos
Seguro. Sigamos Sano. Sigamos Sonriendo
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